‘El libro de la lactancia. Todo lo que las madres y la ciencia nos han enseñado sobre la lactancia’ (Vergara) así se llama lo último de José María Paricio Talayero, pediatra y fundador y coordinador de la Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna (APILAM), e-lactancia.org y Telasmos.org.

El doctor Paricio, es el mayor experto en España sobre lactancia materna y por eso, ConSalud.es ha decidido charlar con él para conocer todo sobre un mundo en el que la ciencia y las mujeres tienen mucho que decir.

¿Por qué este nuevo libro sobre lactancia materna?

Eso mismo me pregunto en el prólogo. Hay muchos y buenos libros sobre lactancia, escritos desde diversos puntos de vista y por distintos profesionales o madres. La lactancia es una cultura de la mujer, tiene un sustrato médico-biológico, es un tema social, económico y psicológico, crea controversias, tiene una rica historia y ha dado origen a unos fantásticos temas en arte y mitología. He intentado abordar todos estos aspectos en 9 capítulos, teniendo en cuenta los avances de la medicina y la sabiduría de las mujeres.

¿Qué pueden descubrir pacientes y profesionales en esta publicación?

Es un libro eminentemente didáctico y práctico sin dejar de ser entretenido. Me he alejado del tono conversacional que mantuve con las madres en mi anterior libro “Tú eres la mejor madre del mundo” en aras de tratar todos los temas que puede abarcar la lactancia y describirlos en profundidad y con la mayor parte de pruebas científicas y/o consenso existente posibles, pero con un lenguaje ameno y  asequible a todo tipo de lector.

He tratado de ser exhaustivo: las madres que quieran saber más sobre lactancia, los profesionales, pediatras, obstetras, matronas, enfermeras, médicos, nutricionistas, madres de grupos de apoyo, asesoras e IBCLCs  encontraran respuestas a un amplísimo número de cuestiones.

¿Qué beneficios tiene a día de hoy la lactancia materna?

Muchos y muy variados. La práctica del amamantamiento evita los riesgos que conllevan las practicas de alimentación de lactantes con productos industriales derivados de la leche de vaca. Incluso en países desarrollados como el nuestro, no amamantar aumenta el riesgo de enfermedades, consultas médicas, consumo de medicamentos y hospitalizaciones en los niños y en las madres.

“La lactancia materna disminuye el gasto económico de las familias, el gasto sanitario, el absentismo laboral y mejora el PIB de la nación”

En los niños son más frecuentes la enfermedades de tipo infeccioso e inmunitario a corto y largo plazo y en las madres las enfermedades cardiovasculares, entre otras. Se logra un mejor estado nutritivo con lactancia materna y mejores puntuaciones de desarrollo psicomotor. Hay un exceso de mortalidad entre lactantes no amamantados, muy variable según las condiciones de cada país, pero nunca nulo.

La lactancia materna disminuye el gasto económico de las familias, el gasto sanitario, el absentismo laboral y mejora el PIB de la nación. La práctica del amamantamiento es ecológica, con huella de carbono y de agua nulas. Toda la industria de la alimentación infantil, en especial la fabricación de fórmulas para bebés a partir de la leche de vaca es altamente contaminante para el planeta, insostenible.

¿Y alguna contraindicación?

Prácticamente ninguna, salvo que una madre no quiera. Escasas enfermedades impiden amamantar. En las madres podemos señalar aún el Sida en países desarrollados, ya que es casi la única enfermedad que se transmite por la leche materna. Digo aún, porque con los actuales tratamientos de alta efectividad se está consiguiendo una transmisión nula y está desapareciendo el riesgo de transmisión del VIH. Como está de actualidad la actual pandemia de Coronavirus Covid-19, aprovecho para decir que las madres con esta enfermedad no la transmiten por la leche y pueden amamantar siempre que estén clínicamente bien. Este es un tema que también trato en este libro.

En los niños, raras enfermedades metabólicas como la galactosemia, en la que no es posible procesar internamente el azúcar de la leche, obliga a alimentarlos con productos especiales.

La toma de muy pocos medicamentos contraindica de modo definitivo la lactancia materna. Todo esto puede consultarse en la página web de compatibilidad de la lactancia con medicamentos, enfermedades y otros productos, www.e-lactancia.org, que coordino con el equipo de APILAM (Asociación para la promoción científica y cultural de la lactancia materna).

¿Cómo se pueden callar los miedos acerca de la lactancia materna?

Afortunadamente, ya no hay miedo a la lactancia materna, al menos de forma extendida. Quedan las incertidumbres sembradas por la cultura del biberón, de la alimentación artificial implantada a nivel mundial en el último siglo. Esta cultura ha llegado a interiorizar en madres y profesionales que si un bebé amamantado llora es porque pasa hambre, que una madre con pecho pequeño no producirá bastante leche o que un bebé muy grande o muy pequeño no pueden crecer bien con leche materna. O que hay que alimentar cada tres horas y hacer una pausa nocturna.

Todo esto y otras falsedades carecen de pruebas científicas y/o contradicen el saber ancestral de las mujeres que amantaron y, aunque se ha desmentido ampliamente, necesita de un proceso educativo importante que debería empezar en la escuela, tanto en primaria como en secundaria, para seguir durante la preparación en el embarazo.

¿Considera que la lactancia materna está implantada en España como una práctica normal?

Todavía no. Una práctica que mejora la salud de la ciudadanía, del país y que es sostenible, debería estar ampliamente extendida, protegida y alentada de mejor modo por el estado y ser un objetivo de salud (y prioritario) para el sistema sanitario. Y nada de esto es así.

La OMS y todos los organismos de salud aconsejan una lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses y, por lo poco que sabemos, al no haber registros fiables, en España no llegamos al 40% de lactantes de 6 meses alimentados de modo exclusivo con leche materna.

“En España no llegamos al 40% de lactantes de 6 meses alimentados de modo exclusivo con leche materna”

En España no hay programa de salud relativo a la lactancia materna, no hay presupuesto asignado para su promoción y ni siquiera para una monitorización que permita saber los porcentajes de lactancia mes a mes y su evolución en el tiempo.

Se han ganado espacios públicos en aviones, locales de hostelería… ¿Se ha naturalizado esta práctica?

Se ha avanzado mucho, hay muchos profesionales, pero sobre todo muchas madres organizadas en torno a grupos de apoyo a la lactancia y la crianza que, en los últimos 25 años han logrado cambiar la imagen que antes de los años 90 se tenía de la lactancia.

Es de destacar lo hecho por profesionales, a título propio u organizados en la IHAN (Iniciativa para la humanización del nacimiento) y en el antiguo comité de Lactancia materna de la AEP, que lograron cambiar practicas hospitalarias muy nocivas para el establecimiento de la lactancia y redescubrieron la forma eficaz en que las mujeres habían amamantado, alejándose de postulados simplistas y contraproducentes difundidos por la medicina del siglo XX.

Pero sobre todo, ha sido la sociedad de las mujeres, esos más de 400 grupos organizados de apoyo a la lactancia que existen en España y que han sabido defender la pervivencia de la lactancia, oponerse a prácticas carentes de rigor científico o poco respetuosas con madres y niños, las que han cambiado el panorama de la lactancia en este país. En muchos casos las madres van por delante de los profesionales y/o nos estimulan a seguir con cambios positivos.

¿Qué retos quedan por delante en esta materia? ¿En qué se está trabajando científicamente al respecto?

Queda, desde luego, mejorar la protección y promoción institucional de la lactancia, la inclusión en los temarios escolares y en la educación pregrado y postgrado de profesionales que se dedican a temas relacionados con la salud humana, la consideración desde los medios de comunicación como lo normal y la aceptación como imagen habitual en nuestra sociedad.

Todos los días se publican trabajos científicos sobre la lactancia materna, que abarcan aspectos epidemiológicos, de relación con aspectos de salud humana, económicos, sociológicos o ambientales, de composición de la leche materna, de su donación para uso en bancos de leche humana, ente otros muchos.

Acabar de conocer enteramente su rica composición y funciones de cada componente es un fascinante reto científico semejante al del desciframiento del genoma humano. La leche materna contiene miles de compuestos, muchos de ellos por estudiar aún. Su enorme riqueza deja atrás a las pocas decenas de componentes existentes en las formulas artificiales para bebés. Precisamente, es la industria de la alimentación infantil la que está muy interesada en conocer los componentes de la leche materna para ver cuales de ellos puede ir añadiendo a un precio competitivo en sus fórmulas.

Otro aspecto importante es la investigación de distintos procesamientos de leche materna donada para banco con el fin de encontrar el que menos altere la composición y propiedades originales de la leche materna.